El acristalamiento de techos puede utilizarse de forma segura en todo el techo de un edificio, lo cual reduce la necesidad de iluminación artificial y proporciona una fuente natural de luz diurna, sin dejar de atender las necesidades de aislamiento solar y térmico. Al dar paso a la luz natural a través del núcleo de un edificio, los techos de vidrio crean interiores brillantes y atractivos.
Los arquitectos y diseñadores deben tener en cuenta los estándares de acristalamiento internacionales y/o locales relevantes relacionados con el acristalamiento de techos. En ellas se abordan normalmente los distintos tipos de edificios, clasificándolos en diferentes niveles de carga, y se ofrecen orientaciones sobre las deflexiones y tensiones máximas permitidas para el acristalamiento para techos. Por lo tanto, debe tenerse en cuenta el grosor del vidrio y la integridad de la unidad de vidrio aislante. El equipo de Guardian Glass y los socios proveedores están disponibles para ayudarle a recorrer estas consideraciones.
El sistema de soporte del vidrio debe ser suficiente para evitar la distorsión por carga. A diferencia del acristalamiento vertical, deben tomarse en cuenta las cargas causadas por la nieve, el mantenimiento, agua y la carga "muerta" (el autopeso del vidrio como carga permanente). Si el techo de vidrio forma parte de una zona accesible, debe tratarse como un suelo de vidrio. A menudo se recomienda el vidrio de seguridad laminado para el acristalamiento de techos, aunque el vidrio endurecido es suficiente para algunas aplicaciones de acristalamiento de techos.