El Centro Internacional de Arte Rupestre en Montignac, Francia, da la bienvenida a los visitantes y los sumerge en una experiencia educativa inmersiva de las pinturas prehistóricas de las cuevas de Lascaux.
Los arquitectos Snøhetta y SRA, junto con el escenógrafo Casson Mann, trabajaron estrechamente con un equipo de arqueólogos para crear un museo integral y una experiencia educativa. La forma y la materialidad del museo tienen una expresión monolítica y sobria que alude a la naturaleza circundante y a las enormes formaciones rocosas. La réplica de la cueva se desarrolló mediante tecnologías avanzadas de escaneado láser 3D y vaciado para replicar su forma original.
Los suelos, las paredes, el techo y la banda de la fachada están hechos del mismo hormigón arquitectónico, que aporta al conjunto un aspecto monolítico. Guardian suministra el vidrio, el segundo material más utilizado del proyecto, que domina en la fachada y en el acristalamiento del techo, encima de la zona de orientación. Esta zona la ilumina una grieta de luz diurna situada arriba, creando una zona tranquila y contemplativa para que los visitantes descansen entre las distintas exposiciones.
Junto con el hormigón, el vidrio produce una serie de efectos opuestos en todo el museo: opacidad y transparencia, luz y sombra, inacabado y sofisticado, áspero y suave. Su equilibrio aporta al museo una sensación contemporánea única.